~Capítulo 58~

Te sentaste en la cama y empezaste a reír sin parar, ya de tanto reir te dolía la barriga.

Al fin paraste y te sentaste en la cama.

Andy entró en la habitación chorreando agua por todo el cuerpo, su flequillo goteaba pequeñas gotas de agua que morían en su boca y sus pies descalzos estaban sobre un charco de agua.

Andy tenía sus preciosos ojos azules brillantes y en su boca de dibujaba una preciosa sonrisa de medio lado, estaba temblando.

Andy: Mi amor... hacie frío ahí abajo... -Se abrazó a si mismo como si nada hubiese ocurrido.

Se acrecó a la cama y empezó a desnudarse, cuando estovo totalmente desnudo te miró sonriente y te guiñó el ojo.

Tu: ¿Te quito el frío?

Andy: Claro, amor, ¿por qué no?

Tu lo abrazaste y en verdad el cuerpo de Andy estaba frío como un hielo.

Lo tumbaste en la cama y después de quitarte el pantalón del pijama te sentaste encima de su miembro, haciendo que este se clavara en tu feminidad por encima de tus braguitas, Andy gimió.

Tu: Siento haberte echo eso, amor, pero es para que aprendas que no me debes obligar a nada.

El labio inferior de Andy tiritaba.

Andy: Malvada... -Sonrió.

Tu besaste delicadamente el labio inferior de Andy pero Andy atrapó tu labio superior entre sus dientes y empezó un largo beso, sus manos se posaron en tu cintura y esto te probocó un jadeo debido a que las manos de Andy estaban muy frías.

Tu; Me perdonarás, ¿no?

Andy: Mmm... depende... -Sonrió de nuevo de medio lado.

Besaste el vientre frío de Andy delicadamente, descendiste pocos centímetros más y empezaste a besar el gran miembro de Andy, lamiste el extremo y te lo introdujiste en la boca lentamente haciendo que Andy soltase un gran gemido y agarrase las almohadas con fuerza, su miembro entraba y salía de tu boca con ayuda de tus manos, mientras que Andy gemía desesperadamente , paraste antes de que Andy se viniese.

Volviste arriba y besaste la boca de Andy.

Tu: ¿Qué? ¿me perdonas ya? -Mientras lamias la boca de Andy.

Andy: Estás perdonada -Sonrió mientras recuperaba el aliento.

Te sentaste de nuevo encima de Andy haciendo que te penetrase lentamente y volviendo a gemir, esta vez los dos a la vez.

Al cabo de cinco minutos el cuerpo de Andy empezó a entrar en calor.

Sus jadeos y gemidos eran música para tus oídos, al igual que Andy, te encantaba cada vez que mirabas a Andy y lo encontrabas con los ojos cerrados mientras que mordía su labio inferior.

Te besó en la boca por última vez y mientras que aumentabais el ritmo salvajemente tuvisteis a la vez el orgasmo.

Andy: ¡¡¡¡AHH!!!! ¡Siii! -Mientras hundía dentro de tu su miembro por última vez.

Tu. ¡¡¡Dios, Andy!!! -Gritaste mientras clavabas tus uñas por primera vez en sus hombros.

Andy te besó en la boca mientras que salía de ti, tu te quedaste sobre él un poco más, Andy seguía acariciandote la espalda delicadamente.